Competencias digitales docentes: retos y avances

María Clara Jaramillo Muñoz /

Las tecnologías digitales han permeado casi que todas las estancias de nuestras vidas, desde cómo nos comportamos en sociedad, hasta la forma en que utilizamos nuestro tiempo libre, la manera en que nos comunicamos y, por supuesto, cómo aprendemos. Este hecho tiene una relación implícita en las dinámicas de aprendizaje que retan las formas tradicionales, para lo cual se requieren más maestros capacitados en estas habilidades de enseñanza, a veces disruptivas y salidas de lo convencional.

Según el portal de la Gobernación de Antioquia Colombia Aprende, las competencias digitales docentes se entienden como el conjunto de conocimientos, capacidades, habilidades y destrezas relacionadas con el uso de la tecnología, aplicada a los contextos y procesos educativos con el fin de alcanzar algún objetivo en específico.

Siguiendo la tercera versión del Marco Europeo para la Competencia Digital de los Educadores elaborado por la Comisión Europea, dentro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) destacan las TIC como potencial para acelerar el progreso, cerrar la brecha digital y promover el desarrollo de sociedades del conocimiento inclusivas basadas en los derechos humanos, el empoderamiento y la igualdad de género. Dentro de los 17 ODS definidos por la ONU, como meta para el 2030, se encuentra el cuarto punto: educación de calidad. Este tiene como fin garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad, y fomentar oportunidades de aprendizaje duraderas. Con esto se planea aumentar la oferta de docentes calificados en los países en desarrollo.

Algunas entidades como el Banco Interamericano de Desarrollo y el Banco Mundial unieron esfuerzos para mejorar el acceso a la conectividad, proveer con dispositivos, plataformas educativas y aportar al avance de competencias digitales para estudiantes y docentes. Conforme con su portal web, de esta inversión se benefician más de 3,5 millones de estudiantes, 350 000 docentes y 12 000 escuelas en 16 países de América Latina y el Caribe. A pesar de esto, según el Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe, en Latinoamérica sigue existiendo una gran brecha digital; la mayoría de los docentes de la región no tienen las habilidades digitales necesarias para la enseñanza basada en el uso de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), lo que crea una barrera entre la enseñanza y el aprendizaje hacia niños, niñas y jóvenes.

De acuerdo con el artículo de investigación Skills and selection into teaching: Evidence from Latin America, de Ricardo Estrada y María Lombardi, una gran proporción de maestros latinoamericanos tienen niveles muy bajos de habilidades cognitivas. Cerca de la mitad de los maestros en la región obtienen un puntaje de competencia nivel 1 o inferior en los dominios de alfabetización y de numeracidad, esta última entendida como las prácticas sociales que conllevan a la comprensión de las cantidades y las operaciones matemáticas que estas cantidades implican, según la encuesta PIAAC (Programme for the International Assessment of Adult Competencies) realizada con muestras de Chile, Ecuador, México y Perú. Esto significa que tienen dificultades para comprender estadísticas básicas y comparar dos piezas de información de un texto. El déficit de habilidades de los maestros es el resultado tanto de niveles relativamente bajos de competencias entre la población de los países mencionados como de una disparidad en las habilidades de los maestros, es decir, estos últimos cuentan con menos aptitudes en promedio que el resto de la población con un nivel de educación superior.

La integración efectiva de las TIC en las escuelas y las aulas puede transformar la pedagogía y empoderar a los alumnos. En este contexto, las aptitudes de los docentes desempeñan un papel fundamental para integrar las TIC en su práctica profesional, con el fin de garantizar la equidad y la calidad del aprendizaje. Esta tercera versión del Marco de competencias de los docentes en materia de TIC ha servido como base para la formulación de nuevas estructuras curriculares y guía para los docentes, incorporando principios inclusivos de no discriminación, acceso abierto y equitativo a la información e igualdad de género. La inteligencia artificial (IA), las tecnologías móviles, el internet de las cosas (IoT) y los recursos educativos abiertos son herramientas que tenemos a disposición para ser aplicadas y potenciar variedad de áreas del saber, donde no solo es importante tener los recursos sino saberlos aplicar y mediar para el bien de todos.

Avances en competencias digitales docentes

La Tercera Conferencia Mundial sobre la Educación Superior se realizó en el 2022 en Barcelona, España, y contó con participantes de 139 países. En esta se discutió sobre la generación de sistemas de educación superior más abiertos, inclusivos, equitativos y colaborativos capaces de responder a la complejidad y a los retos actuales, y cómo se debe dirigir la educación superior en la próxima década. En el evento, la subdirectora general de educación de la Unesco, Stefania Giannini, afirmó que la enseñanza superior es parte integrante del derecho a la educación y un bien público, y que la transformación requiere un cambio de mentalidad para favorecer la cooperación sobre la competencia, la diversidad sobre la uniformidad, las vías flexibles sobre las tradicionalmente estructuradas y la apertura de pensamiento sobre enfoques elitistas.

Como parte de la búsqueda de esa transformación en la educación superior, en Colombia existen algunas iniciativas -casi todas universitarias- para trabajar competencias digitales docentes como el Modelo Conexiones de la Universidad EAFIT, el Marco Nacional para el Desarrollo de Competencias TIC en Colombia del Ministerio de Educación Nacional (MEN), el Plan de Formación Docente de la Universidad de los Andes y el Modelo de Competencia Digital Docente ComDig de la Institución Universitaria Pascual Bravo, programas que nacieron con el propósito de facilitar la apropiación como vía potencial para crear propuestas curriculares innovadoras con trascendencia en los ámbitos personal, profesional e investigativo.

Siguiendo las bases del Marco de competencias de los docentes en materia de TIC, el Marco Europeo para la Competencia Digital de los Educadores, que es del año 2020, los estándares ISTE, los modelos ComDid y Digilit, en el año 2023 la Institución Universitaria Pascual Bravo trazó la ruta para formar la totalidad de los docentes en habilidades digitales. «Esta idea nace de un proyecto de investigación que consistió en concebir, diseñar e implementar una estructura del modelo de competencia digital docente, creado para la formación progresiva de los profesores en materia de TIC y cuyo objetivo es promover el alcance del nivel B2 de Competencia Digital. Este modelo puede ser adoptado o adaptado de acuerdo con sus intereses y necesidades. Fue así como nosotros desarrollamos el modelo adaptándolo al contexto particular de la Institución Universitaria Pascual Bravo», declara Jhobana Herrera, docente adscrita al área de Lengua Materna de la universidad y quien trabaja en la Unidad de Educación Digital.

Cada docente tiene su ruta individual de formación según lo que necesite mejorar, pues es personalizada de acuerdo con las necesidades de cada persona, pudiendo variar el tiempo de finalización de cada nivel. El Marco Europeo de Competencia Digital para Educadores (2020) establece seis niveles que van desde el A1 hasta el C2. El reto por parte de la Institución al 2026 es llegar hasta el nivel B2.

Dentro de las aptitudes primordiales en este programa se encuentran la ética y la seguridad para el correcto uso de las tecnologías digitales, la enseñanza y aprendizaje no solo en el aula, sino también en la sociedad y en los entornos profesional y personal, el uso de las herramientas digitales para promover la comunicación y la colaboración, y los recursos educativos digitales como instrumentos de búsqueda y creación.

La oferta propone una serie de programas virtuales, presenciales, webinars, cursos, diplomados, micro contenido, talleres, charlas y conversatorios en los que participan alrededor de 170 docentes con un diseño de programa personalizado según las necesidades, conocimientos y aptitudes, y cuentan con hasta cuatro años para cumplir todos los niveles necesarios.

El Modelo de Competencia Digital Docente ComDig tiene 119 docentes en el nivel B1; 30 en el nivel A2; 15 en el B2 y 1 en el A1. Entre las lecciones disponibles se encuentran:

  • Búsqueda y curaduría de recursos educativos digitales.
  • Orientación y seguimiento a los estudiantes usando tecnología digital.
  • Comunicación y colaboración en entornos digitales.
  • Generación de conocimiento a partir del empleo de tecnologías digitales.
  • Ética en entornos digitales.
  • Identidad digital.
  • Propiedad intelectual.
  • Modificación y creación de recursos digitales.
  • Derechos de autor en entornos digitales.

Según Jhobana Herrera, Colombia está relegada en competencia digital, mientras otros países latinoamericanos como Argentina o Chile han hecho un proceso de apropiación más fuerte. De ahí parte la aspiración de la Institución Universitaria Pascual Bravo para que los maestros estén actualizados y a un nivel donde las competencias formativas, la ética, los procesos de interacción y planificación, la implementación didáctica y la evaluación sean ejes fundamentales para mantenerse a la altura de los desafíos de este tiempo cambiante.

En el libro publicado por la Unesco en 2022, Knowledge-driven actions: transforming higher education for global sustainability se expone como uno de los puntos principales la urgencia de que las instituciones educativas contribuyan de manera significativa a los Objetivos de Desarrollo Sostenible, aportando a la construcción de un futuro más justo, humano, democrático, inclusivo y pacífico para todos. Subrayando que, para superar estas barreras, es necesario reflexionar sobre cuál es el conocimiento requerido y cómo las instituciones de educación superior pueden abordar estos desafíos y sus impactos, tanto dentro del ámbito académico como más allá de este, en una sociedad cada vez más diversa e interdependiente.

El docente debe adoptar un rol de liderazgo con unos conceptos fuertes respecto al desarrollo tecnológico actual; ser crítico y propositivo, pues la educación está en un momento de preguntas de mucho fondo, enfocadas al futuro, pero teniendo en cuenta la experiencia del pasado. En adherencia a las palabras de Giannini, las universidades tienen el deber de educar a los ciudadanos para que puedan abordar las distintas complejidades y moverse por estas, lo que exige vincular a las ciencias y a las humanidades, promover la ciencia abierta e integrar diferentes sistemas de conocimiento.

Enseñar a cuestionar para llegar al conocimiento

En una época de la tecnología en la que hay se deben repensar muchas cosas, es necesario hacernos preguntas difíciles y trascedentes: «Soy partidario de que debe haber un resurgimiento de la filosofía, la ética, la axiología, y una cantidad de disciplinas que ahora son más vigentes que nunca, porque las preguntas y respuestas que hay que formularse tienen que ser con toda la altura», señala Juan David Correa, docente especializado en Tecnología e Inteligencia Artificial de la Universidad Nacional y la Universidad Eafit, quien declara que tal vez dichas áreas del saber suenen vetustas, pero profundizar en ellas es primordial en este momento para el ser humano y para la academia.

«Hay una disciplina muy antigua que se llama mayéutica, método para llegar al conocimiento a partir de preguntas y es necesario ponerla en práctica. Más que formular respuestas, hay que enseñar a cuestionar, pues es así que se llega al conocimiento», agrega Juan David, que además es director de tecnología de Eat Cloud, quien resalta que los docentes y las universidades van a tener que empezar a explorar más estos campos del conocimiento para formar profesionales en dichas áreas pues los retos son grandes: «La educación está en un momento de preguntas de mucho fondo, enfocadas al futuro y consultando al pasado. El docente tiene un rol de liderazgo por lo que debe tener unos conceptos fuertes con respecto al desarrollo tecnológico actual», concluyó Correa.

Según Profuturo, programa de educación digital de las fundaciones Telefónica y ¨la Caixa¨, los maestros deben entender, compartir y apropiarse de su nuevo papel como mediadores, analistas, facilitadores y diseñadores de nuevas experiencias de aprendizaje. «La educación para el trabajo tiene unos métodos de conocimiento tradicionales. Con las nuevas tecnologías que impactan variedad de áreas, hay que empezar a incorporar otro tipo de conceptos y disciplinas que le permitan al ciudadano del siglo XXI entenderse a sí mismo como ser humano ‘aumentado’ que resuelve problemas modernos», puntualiza Juan David Correa.

Así pues, los educadores están llamados a apropiarse de las herramientas disponibles para ofrecer soluciones innovadoras que permitan a sus estudiantes un aprendizaje a la altura del ritmo cambiante y diverso de nuestros tiempos, para ser ciudadanos activos partícipes de la sociedad en entornos físicos y digitales.

María Clara Jaramillo Muñoz
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