Desde tiempo atrás que a Medellín se le otorgara la categoría de Distrito de Ciencia, Tecnología e Innovación (CTeI o CT+I) a través del Acto Legislativo 01 de 2021 y sus normas reglamentarias del orden nacional y distrital, las autoridades gubernamentales de la ciudad venían trabajando arduamente para generar un contexto amplio y determinante, no solo en lo académico sino también en lo económico, para ser la primera ciudad del territorio nacional que ostentara esta distinción. Sin embargo, es un compromiso conjunto seguir avanzando en esta construcción, toda vez que esta connotación requiere de un perfeccionamiento y mejora continua dados los procesos de investigación y desarrollo tecnológico que día a día se gestan, así como por las implicaciones que esto acarrea en la formación de capital humano en todas sus áreas y su inserción a un entorno laboral cada vez más cambiante y retador.
En ese sentido, la academia, la empresa, el Estado y la sociedad son pilares fundamentales en este propósito para lograr una Medellín competitiva, innovadora y sostenible, de cara a un mundo globalizado y de cambio constante, pero también que responda a las dinámicas y problemáticas concretas y específicas de los medellinenses.
En el marco de lo anterior, se plantean desafíos para la ciudad en cuanto a generar algunas condiciones de base y aprovechar las capacidades instaladas con las que se cuenta. Como primera instancia, es indispensable desarrollar estrategias que apunten al fortalecimiento de la educación y a la formación de talento humano con habilidades y competencias en la Cuarta Revolución Industrial. Debido a esto, la enseñanza y el aprendizaje en ciencia, tecnología e innovación, además de una segunda lengua, requiere de la concurrencia de la academia y el Estado para avanzar en la formación, cualificación y reentrenamiento en competencias laborales mediante diferentes y diversas metodologías ajustadas a las nuevas tecnologías.
Es así como desde la Administración Distrital – Secretaría de Desarrollo Económico, en el marco de la Política Pública CT+I se desarrolló el proyecto denominado: Seguimiento, monitoreo y formación en competencias laborales para la Cuarta Revolución Industrial e inglés, para que los medellinenses se formaran con calidad y pertinencia en competencias laborales para la industria 4.0; en estas acciones, se ha unido y coadyuvado la Institución Universitaria Pascual Bravo como actor principal del sistema educativo para la implementación de los procesos formativos, acordes con las necesidades del recurso humano requerido por las empresas y que, sin duda, redundan en la generación y fortalecimiento de habilidades digitales de los habitantes de Medellín y posibilita la generación de empleo e ingresos a los jóvenes, mujeres y adultos de la ciudad.
Para esta iniciativa de formación virtual gratuita en Cuarta Revolución Industrial se abrió convocatoria a toda la ciudadanía en temáticas como inteligencia artificial, lenguajes de programación, robótica, Big Data, habilidades blandas e inglés, entre otras, para un total de una oferta de 30 cursos. Estas resaltan dentro de las áreas de mayor injerencia en la industria 4.0, brindando conocimiento no solo en tecnologías que se requieren actualmente y que están transformando los procesos industriales y, por ende, los roles en el campo laboral, sino también herramientas necesarias para afrontar los retos del futuro, habilidades para liderar, cambiar y adaptarse a los procesos y dinámicas que se vayan presentando.
Resultados del proyecto
Desarrollado en el primer semestre de 2024, el proyecto contó con un total de 5.985 estudiantes beneficiados en el proceso de formación virtual. La población impactada corresponde a personas mayores de 16 años y menores de 60 años, habitantes del Distrito Especial de Medellín y con niveles de formación superior al noveno grado de educación básica secundaria y media, lo que supone que aproximadamente 1 de cada 400 habitantes hizo parte de este proyecto.
De esta población, se evidenció que el 56% fueron mujeres y 44% hombres, lo que no solo refleja el interés de la mujer en temas de ciencia y tecnología, sino que las acciones de las entidades involucradas en el proyecto contribuyen a la equidad de género, que es un aspecto crucial para el desarrollo humano, social y económico del territorio. Generar estos espacios formativos, haciendo hincapié en los jóvenes y mujeres, nos permite avanzar en la igualdad de oportunidades para acceder a la educación e incidencia en estas temáticas y áreas. La focalización o priorización de procesos de formación en mujeres aporta con soluciones más asertivas, creativas y efectivas para los problemas que enfrenta la sociedad, además de romper con los estereotipos de género y aumentar la productividad laboral, la reducción de la pobreza y el mejoramiento del bienestar y el desarrollo económico.
También se logra destacar que el 70 % de los matriculados estuvieron entre los 18 a los 44 años, mientras que el 30 % restante se dividen entre los menores de 18 años y mayores de 45 años, mostrando así que la población del gran grupo, quienes son la mayor participación de la fuerza laboral de Medellín, demuestran más interés frente a las oportunidades que se brindan en función de desarrollar las habilidades y competencias laborales.
Del público participante, se evidencia que un 19 % corresponde a población víctima del conflicto y un 6 % a campesinos, demostrando que esta es una forma de llegar a comunidades vulnerables y protegidas, garantizando su inclusión como parte fundamental en el desarrollo humano y sostenible de la ciudad al brindarles herramientas para su crecimiento personal y profesional. De igual forma, se contó entre los beneficiarios con 51 personas que presentaban alguna discapacidad. Conocido este grupo de personas, se dispuso de diferentes medios y estrategias que permitieron el fácil y correcto acceso a los cursos y la guía constante para que se pudieran desarrollar de manera adecuada.
Finalmente, un análisis de la información que arrojó este proyecto y que es importante tener en cuenta en el sistema educativo y productivo de la ciudad, es el resultado de la clasificación socioeconómica de la ciudadanía que hizo parte de este. Así las cosas, se destaca que los estratos 2 y 3 tuvieron una participación de 74 % del total de la población matriculada, lo cual está claramente relacionado con el hecho de que estos son los estratos donde se encuentra la gran mayoría de la población de Medellín, y que recurren a estas modalidades de formación para un crecimiento académico y laboral que repercute en la generación de ingresos y en consecuencia, en el mejoramiento de su calidad de vida.
La distribución geográfica resalta que la zona noroccidental concentra el 24 % del total de matriculados, seguida por el centro occidental con el 19 % y la zona nororiental que comprende el 18 %; estos tres territorios acumulan el 61 % de los beneficiados que se distribuyen en la jurisdicción del Distrito de Medellín. Lo anterior se puede sustentar frente al hecho de que son las áreas con altos índices de aglomeración de personas y las más interesadas en la búsqueda de oportunidades formativas de duración corta y de calidad. Por otra parte, los corregimientos componen el 9.7 % del total de los beneficiarios, lo cual sugiere una oportunidad de influir con futuros proyectos para que se fortalezcan y se tengan en cuenta como elementos claves en el desarrollo conjunto y armónico del territorio.
Los niveles de escolaridad muestran que un 34.2 % de los beneficiarios se encontraban en Educación Media y marcaron la tendencia en la participación de los diferentes cursos, lo cual, si bien es una muestra de cómo está distribuida esta métrica en la sociedad del Distrito, también abre una oportunidad para que estas personas avancen y cuenten con herramientas en su desarrollo de habilidades y competencias digitales. De igual forma, las personas con estudios de pregrado con un 23.3 % de participación, destacan la importancia que los cursos en formación virtual gratuita conllevan, brindando la oportunidad a este grupo de actualizarse y evolucionar en sus áreas de trabajo o, incluso, motivarse en otros estudios. Así mismo, se recalca el hecho de que un 22 % de matriculados tienen algún tipo de emprendimiento.
Retos y oportunidades
Hoy existen grandes desafíos que enfrenta la educación y la sociedad con el ingreso de la era digital que implican agilizar los avances y la ejecución de más estrategias como esta y que se hacen desde los sectores educativo y económico de la ciudad, los cuales deben concurrir, coordinar y complementarse entre sí, para seguir respondiendo de manera idónea a los retos que hoy el mundo impone, si se quiere ser relevantes y protagonistas.
Cada vez más los sectores productivos e industriales, así como las ocupaciones, introducen y se apalancan en la automatización de los procesos a través de la tecnología, sin embargo, los procesos de formación, de enseñanza y aprendizaje de los niños, niñas, jóvenes y de la fuerza laboral actual, no lo han hecho al ritmo que se requiere o a la par del desarrollo digital. Hoy encontramos un rezago en el uso de las herramientas tecnológicas y no se percibe un plan a corto plazo que haga frente a esa revolución.
Medellín, en cuanto a infraestructura tecnológica y conexos, debe avanzar en universalizar el acceso o conexión a la Internet, no solo a la población que habita en el área urbana, que aún es precario en comparación con otros países y ciudades, sino en la rural, toda vez que la población es dispersa en estos territorios, lo que les dificulta acceder a estas ofertas formativas. La ejecución de este tipo de proyectos coadyuva a superar la brecha tecnológica favoreciendo a la población menos favorecida.
Si bien es cierto, que el proyecto se enfocó en desarrollar habilidades blandas y digitales avanzadas, es necesario que el sistema educativo distrital profundice la formación en habilidades digitales medianas o intermedias, para que el desarrollo de estos procesos formativos tenga una mayor acogida y efectividad. La mayoría de la población se encuentra en las habilidades básicas e intermedias, y solo un grupo muy pequeño se encuentra en las avanzadas que los hace relevantes en un mercado competitivo y globalizado.
Avanzar en la calidad y pertinencia de la educación también implica enseñar y aprender a leer, entender y usar las tecnologías, es decir, es menester llevar a cabo una alfabetización digital que permita pensar y desarrollar habilidades y competencias para usar las herramientas de manera que la sociedad se empodere, se apropie y entienda los beneficios y oportunidades que trae la era digital y la conexión que esto implica con el mundo moderno y globalizado.
Así mismo, si se quiere que Medellín tenga incidencia relevante en el nuevo panorama de la era digital y la Cuarta Revolución Industrial, se requiere no solo reducir las brechas de conectividad, sino formar capital humano con capacidades que superen el rol de usuarios de herramientas digitales, pasando a ser creadores y generadores de bienes y servicios provenientes de la tecnología, la investigación e innovación.
Jorge Mario Vargas – Coordinador técnico
Mónica Alejandra González Gómez – Coordinadora Diseño Instruccional)